domingo, 20 de abril de 2008

"ENSEÑAR LITERATURA"


Para nadie es un secreto el problema de la Educación en Venezuela y de los intentos que han habido para reformarla, a través de los cuales la intención es atacar el problema en sus formas y no en su fondo. Demasiado largo sería pretender hacer aquí un análisis pormenorizado del asunto.

Pero quisiera referirme a la crisis que enfrentamos los docentes a la hora de “enseñar la literatura” que como todo el corpus del conocimiento impartido en escuelas y liceos, es una completa estupidez en cuanto a modo y objetivos.
Como sabemos, los estudios de literatura (de 7mo a 9no grado) se circunscriben a enseñarles a los estudiantes las formas de expresión literaria, la diferencia entre cuento y novela y las figuras literarias a través de textos breves al estilo “tus dientes semejan perlas” y en 4to y 5to años leer las cápsulas del libro de Castellano y Literatura del Prof. Peña Hurtado que siempre quiso hacerle más cómodo el trabajo del docente incluyendo en su texto el análisis de la obra de Horacio Quiroga, por ejemplo, a partir de uno solo de sus cuentos.
Era así cuando yo estudié bachillerato. 20 años después, seguimos igualitos.

La situación general es que sigue habiendo resistencia por parte de los estudiantes a leer “literatura” y más allá: a leer aunque sea el instructivo del Play Station en español. El problema de fondo es que los docentes, pocos seguramente, no encontramos las herramientas precisas para hacer que los adolescentes se interesen por la lectura, y ambicionando más, se aficionen a ella.
Mi amiga Adriana, quien tiene la misma profesión en Argentina, escribió un interesante artículo sobre este asunto de “enseñar la literatura” en el que asevera que “la literatura no se enseña” y que el rol de “enseñadora de literatura” es conducir a los alumnos por el interior de algunos textos, intentando que los comprendan. Afirmaciones con las que estoy en absoluto acuerdo con la colega.
En el citado artículo, la autora afirma que el problema tiene como base principal el hecho de que los niños no se relacionan asertivamente con los textos debido a que no comprenden el vocabulario utilizado en ellos: “únicamente cuando se “hace la luz” sobre las palabras y se les atribuye un significado puede alguien comenzar a entablar una relación con el texto (…) para que un alumno se asuste leyendo “El gato negro”, para que se intrigue leyendo algún relato de Sherlock Holmes, para que suspire conmovido leyendo Jane Eyre, para que se cuestione asombrado el final de Otra vuelta de tuerca, es condición indispensable que haya comprendido el texto, y que el vocabulario, las palabras que leyó, no estén vacías de significado”

En cierto sentido concuerdo: comprendo que nadie puede tener acceso a un cuarto cerrado si no se tiene la llave de la puerta; que la gente está impedida de disfrutar de aquello que no entiende, pero creo que aquí habría que agregar otros factores que pueden ser determinantes.
En primer lugar diría el hábito de la lectura que definitivamente está en manos del hogar y de la escuela y en ambos ambientes se refuerzan. Hay niños por ejemplo, en cuyos hogares este hábito no existe. A los que yo enseño actualmente, ni siquiera hogares “normales” tienen. Qué puedo decir de un libro de cuentos o de un periódico y de personas adultas que fomenten el hábito.


A este primer factor, hay que agregar un segundo: la capacidad que tengan de valorar lo artístico y lo estético que poseen las obras literarias, es decir, la noción elemental de que los libros son ventanas a mundos imaginarios de los cuales podemos disfrutar y con los cuales, como dice Adriana, “sentir intriga, curiosidad, miedo, ternura, simpatía o cualquiera de las emociones y sentimientos humanos que hacen que la lectura de obras literarias sea una experiencia increíblemente rica y compleja”.
Esta es fundamentalmente la labor nuestra. Presentarles la Literatura como una forma sana de disfrute, como modo de desarrollar la imaginación y no como un fastidio al que hay que someterse para aprobar la asignatura.
En este sentido, la labor nuestra se hace más que difícil por la cantidad de elementos que tenemos en contra: la televisión, los video-juegos, los celulares que se han erigido como los VALORES principales de la sociedad. Todos sabemos que “leer” no es un valor. El que lee es un “nerd” Leer es aburrido. Todos sabemos que “conocer” tampoco es un valor. Saber es sólo necesario hasta el 10 que me dice que aprobé.

Y como tercer factor, hay que tomar en consideración la significación que en su momento histórico tuvieron esos textos y sus autores.

Puedo explicar esto con un ejemplo: jamás me gustó Shakespeare cuando hice el bachillerato. El profesor hizo especial énfasis en el lenguaje de sus poemas y sus obras de teatro., en la belleza de su lenguaje. Y de ahí no pasó para mí (ni para el resto de mis compañeros, presumo) Aun entendiéndolos, conociendo los significados de las palabras y el estilo de los versos, seguía sin llamarme la atención en lo más mínimo. Claro que Romeo y Julieta era una historia de amor de esas que le arrancan lágrimas a uno. Pero, ¿qué era en realidad? El cuento de dos adolescentes que se amaban y cuyo amor era imposible porque sus familias se odiaban, y por amor mueren. En dos o tres líneas se resumía la historia ¿qué de valor había en eso para mí, que no fuera el carácter romántico de la muerte?
Shakespeare me gustó sólo cuando comprendí la dimensión de su obra y el significado que para la literatura y la humanidad tuvieron ellas. Y esto se refiere a que por primera vez la literatura se adentraba en la psiquis de los personajes, en las pasiones humanas complejas, aquellas que nos hacen seres ruines; aquellas que representan las miserias humanas, el orgullo, la ira, la soberbia, los celos por cuya causa somos miserables, humanamente miserables. Por primera vez en la Literatura alguien le echaba una mirada al profundo pozo que es la mente humana. Nadie más lo había hecho: antes los personajes eran buenos o malos y ya.

Entonces y sólo entonces pude darle la “dimensión literaria” a Shakespeare, al Rey Lear y a Otelo, representantes no sólo de esos arquetipos de la personalidad, sino de la sociedad de la época y sus bemoles. A partir de allí, qué curioso, su lenguaje me reveló su propia belleza.


Desde luego que este último aspecto requiere de cierta madurez y profundización y no es considerado como necesario a nivel de bachillerato porque sencillamente las áreas del conocimiento están separadas de una manera tan absurda que los adolescentes tienen la noción de que el “Barroco” que estudian en Artes Plásticas, por ejemplo, no tiene nada que ver con el que estudian en Educación Artística ni con los textos literarios producidos bajo esta influencia. O no se percatan de que el Romanticismo, fue una época histórica con características propias que abarcó todas las esferas de la vida, llámese literatura, filosofía o música. La culpa no es sólo del diseño y de la concepción del modelo educativo que ha hecho de la escuela y del bachillerato un completo desastre, sino de quienes tenemos la responsabilidad de “facilitar el conocimiento”, de formar ciudadanos.

A estos factores podría agregarse uno más subjetivo, que tiene que ver con el primero, quizás: me parece que hay una disposición natural hacia las artes en particular; que tenemos, quién sabe si en los genes, una disposición, repito, especial que hace que ciertas personas se inclinen más por la arquitectura o por la música que por la literatura, aunque ellas están relacionadas estrechamente.
La labor nuestra en este sentido, es descubrir en ellos estas capacidades de modo que puedan tomarlo como hábito aunque en sus casas, por lo general, sea inexistente.


La solución que aporta Adriana, en esto de “enseñar literatura” es más que válida: “leer con ellos” Decididamente, hay que insistir en la lectura, comenzando por textos sencillos que además estén vinculados con su realidad, con su medio, con lo que tienen como cotidiano. Y en lo sucesivo alternar con otros que les muestren lo que les es ajeno por su condición.
(A propósito de esto, estamos comenzando con un proyecto que tiene que ver con la cultura de nuestras etnias indígenas, cuyo lenguaje es de una riqueza y de una belleza asombrosa. Ellos, mis alumnos, están tan maravillados como yo)


Finalmente creo, que quien lee no sólo disfruta del arte, no sólo “ve” esos mundos imaginados por esos dioses que son los escritores y poetas; no sólo es capaz de conmoverse y asombrarse, de reflexionar, sino que adicionalmente, de la mano con la historia, la lectura nos muestra el sentir de las sociedades, su dinámica, su idiosincrasia y con esto la dimensión humana de los pueblos.


Y una ventaja más para nosotros los docentes: quien lee, sabe escribir. Quien lee tiene mayores herramientas para expresar sus opiniones y sus sentimientos de forma coherente. Quien lee es capaz de encontrar otros matices en las cosas
Quien lee también transforma.

10 comentarios:

Unknown dijo...

Es complicado tratar de entregar a los jovenes las llaves de babel. En casa tuvimos la ventaja de que madre -bendita ella- nos dejo ver toda la televisión que queríamos, y nos compraba cualquier libro. Ahora ya no estanto así. De hehco los libros son vistos como herramientas, no comop puertas.

No sé querida, creo que dejaer los libros es una muestra del fibn de los tiempos.

More dijo...

Ahhhh, amiga mía, esos monstruos feroces que nos ha traído el progreso, para que nos perdamos "entretenidos" en ellos. Es como arar en el mar.
Pero en definitiva una lucha que hay que emprender, aunque sea para "salvar" unas cuantas semillas.
Besos, bella.

Ludo, querido, la palabra herramienta es como más "científica"; desde luego que los libros pueden pasar por ellas. Pero en esto de la literatura, prefiero llamarlos ventanas o puertas abiertas a través de las cuales es posible echarle un vistazo a esos otros mundos. Y disfrutar de ellos.
Yo intreppreto "herramienta" como aquello que me permite arreglar la tubería del fregaplatos...pero es falta de imaginación, querido. Que en mi caso es mortal.
Besos múltiples para vos.

3rn3st0 dijo...

Un nuevo regalo, esta vez no es una imagen, es algo mejor (creo). Disfrútalo.

Cambalache
Tango
1934
Letra y Música (ir a la partitura): Enrique Santos Discepolo

Que el mundo fue y será una porquería
ya lo sé...
(¡En el quinientos seis
y en el dos mil también!).
Que siempre ha habido chorros,
maquiavelos y estafaos,
contentos y amargaos,
valores y dublé...
Pero que el siglo veinte
es un despliegue
de maldá insolente,
ya no hay quien lo niegue.
Vivimos revolcaos
en un merengue
y en un mismo lodo
todos manoseaos...

¡Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor!...
¡Ignorante, sabio o chorro,
generoso o estafador!
¡Todo es igual!
¡Nada es mejor!
¡Lo mismo un burro
que un gran profesor!
No hay aplazaos
ni escalafón,
los inmorales
nos han igualao.
Si uno vive en la impostura
y otro roba en su ambición,
¡da lo mismo que sea cura,
colchonero, rey de bastos,
caradura o polizón!...

¡Qué falta de respeto, qué atropello
a la razón!
¡Cualquiera es un señor!
¡Cualquiera es un ladrón!
Mezclao con Stavisky va Don Bosco
y "La Mignón",
Don Chicho y Napoleón,
Carnera y San Martín...
Igual que en la vidriera irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclao la vida,
y herida por un sable sin remaches
ves llorar la Biblia
contra un calefón...

¡Siglo veinte, cambalache
problemático y febril!...
El que no llora no mama
y el que no afana es un gil!
¡Dale nomás!
¡Dale que va!
¡Que allá en el horno
nos vamo a encontrar!
¡No pienses más,
sentate a un lao,
que a nadie importa
si naciste honrao!
Es lo mismo el que labura
noche y día como un buey,
que el que vive de los otros,
que el que mata, que el que cura
o está fuera de la ley...

More dijo...

Gracias, querido Ernesto... otro regalo!! pero si todavía no es mi cumple.
Gracias!! un beso para tí.

Cecilia de la Vega dijo...

More, qué buen artículo! El tema de la lectura en los jóvenes es algo que preocupa y mucho. Me encuentro con alumnos a nivel universitario que no saben leer, y no porque no sepan las letras, sino porque no saben interpretar, deducir, analizar, concluir, no saben sacarle provecho a un texto, no lo disfrutan. Es triste y muy peligroso. Creo que es fundamental iniciarlos en la lectura desde chicos, desde siempre. Hace poco me encontré con un autor que a mis hijos les encanta. Te dejo la dir. para que visites su blog y te acerques a un par de textos ilustrados que me parece que a lo mejor pueden ayudar a acercar a tus alumnos a la lectura. Es todo un tema encontrar material que les interese y al que puedan acceder. Hay que quitarle a la literatura ese velo de elite que la cubre. Tenemos que demostrarles que todos podemos disfrutar de un buen cuento, de una buena poesía. Fundamental la enseñanza de vocabulario. Los texto que te digo pueden servir para eso. Miralos, yo te juro que cuanado vi el libro pensé: esto no es para mis chicos, son muy pequeños, sin embargo les encanta, no sé si son las ilustraciones, o el ritmo de las palabras, o los disparates de los argumentos, pero les encanta. Enseguida pensé en tus alumnos.
http://pablobernasconi.blogspot.com/2008/04/excesos-y-exageraciones.html
Cariños!

FR dijo...

Una de las cosas que deseo de nuestra educación es que nos ayude a conocernos.

Sabemos tan poco de nosotros, los latinoamericanos, que en el futuro las currículas deberían brindar más información sobre los países vecinos...

Desde Argentina, saludos,

More dijo...

Ceci, gracias por la recomendación. La revisaré. Y bueno amiga la literatura no podrá ser jamás elitesca. Está condenada a ello, tal vez esto obedezca a que en ella se encierran otras disciplinas que tienen que ver con las ciencias humanísticas y en defintiva, porque como la música académica, tampoco es para todos los gustos o personas.
Cosas de este mundo!
Pero definitivamente, crear, estimular y desarrollar el hábito a la lectura, incluso hacia lo que No es Literatura es uno de nuestros grandes desafíos.
Abrazoz, che!!

mmm ciertamente, amigo. Bueno sería que no se nos hiciera extraña la cultura y la historia de tu país o la peruana, la boliviana, en fin la de nuestros pueblos. Bueno fuera que aprendiéramos a vernos como integrantes de una misma América (latina)
Los egoísmos no permitieron que esta fuera una sola Nación, como debió ser.
Un abrazo para vos.

FR dijo...

Para 3rn3st0:

Sólo hago una acotación. Discepolo escribió esa letra en plena crisis económica del 30.

Hasta esa entonces la oligarquía había gobernado el país que era una gran hacienda al servicio del imperio británico, excluyendo a la mayor parte de la población de las cuestiones públicas.

Pero no estaba todo perdido como dice Cambalache: pronto emergería un movimiento volcado al pueblo, que buscaba la industrialización, la soberanía económica y los derechos sociales.

Los textos esperanzadores de Santos Discepolo hay que buscarlos con la llegada del peronismo.

3rn3st0 dijo...

Para VerboAmerica... Ni descreto de lo que dices, por el contrario, lo acepto. Sólo quise regalar a la hermosa dama propietaria de esta página una referencia a lo que es el nombre de su blog, que de seguro conoce.

Peronistas, Juan Pablistas, Hitlerianos, Buhistas, Chavistas... Todos soncaimanes del mismo pozo (venezolanismo que se refiere a los rufianes que son de la misma calaña).

Nunca quise hacer una retrospectiva de la vida argentina (que no conozco en detalle). Sólo quise obsequiar a una dama a quien admiro y a quien quiero más allá de las politiquerías latinas).

Abrazos fuertes y efusivos de un hombre que sabe apreciar la calidad humana. :-)

More dijo...

Corrijo Ceci, quise decir la Literatura no dejará de ser elitesca.