lunes, 3 de noviembre de 2008

Obama,¿Socialista?


Mañana son las elecciones en los Estados Unidos del Norte. Elecciones inéditas: por primera vez un afrodescendiente es candidato a la Presidencia y con clara opción de ganarla. En general la opinión pública, si he de creerle a ciertos analistas políticos norteamericanos, piensa que Obama ganará las elecciones, convirtiéndose así en el primer “hombre de color” que tomará las riendas de ese país en toda su historia. En los sectores más cerrados de la derecha se respira el terror que implica semejante “descalabro del destino” mira tú, que el país más poderoso del mundo caiga en las manos de un hombre de pensamiento socialista y cuyo color de piel es completamente inaceptable. La gente del Ku Klux Klan en pleno debe estar deshidratada de tanto vomitar.


Y he allí la estrategia de los conservadores: hacer ver que se trata de un hombre con ideas socialistas, y en ese sentido, alguien que eventualmente podría terminar con el bloqueo económico a Cuba y convertirse a la larga, por ejemplo, en aliado del gobierno “dictatorial” venezolano, franco dolor de cabeza del gobierno predecesor.


Con respecto a lo primero, el candidato ha enfatizado que su “nueva” visión no tiene nada que ver con el Socialismo. Se trata sólo de reformular el llamado “sueño americano” basado en el trabajo como único modo de triunfar en la vida y tener un buen seguro a la hora de enfermarse. En sus declaraciones, además, deja claro que su gobierno tiene planificado aplicar políticas económicas con el fin de recuperar un país que le debe a todo el mundo, golpeado severamente por la grave crisis financiera que atraviesa y que recuerda aquella horrenda pesadilla de finales de los años 20. Así mismo ha aseverado que corregirá los desaciertos de la “administración” Bush en materia de política internacional, como la absurda guerra de Irak, la de Afganistán y la promoción de golpes de Estado en América Latina.


Obama es un buen político y como todo buen político, experto en el manejo del lenguaje, sabe que esto es esencialmente lo que quiere oír el pueblo estadounidense. Luego, no resulta extraño que su gobierno se proponga sacar “gradualmente” las tropas de Irak. La palabra gradualmente pudiera despertar suspicacias, pero en la política, al parecer, la idea es quedar bien con todos.



Porque es un buen político, porque además, salvo por el color de su piel, representa el ideal norteamericano, y porque está lejos de aspirar a que los votantes lo asocien con la imagen socialista, un tanto apegada a viejas teorías, a mamotretos, a fantasmas y a momias, Barack Obama no ha tenido pepitas en la lengua para declarar que “atenderá los asuntos de América Latina para evitar que el chavismo siga avanzando” Con esta misma arrogancia se ha referido al problema del bloqueo a Cuba y ha dicho que está dispuesto a hablar con sus enemigos, refiriéndose a Chávez y Fidel Castro. Dios desde los cielos decidiendo el destino de los pueblos. ¡Vaya a la mierda!



Para los Estados Unidos del Norte está bien que gane Obama. Cada quien con sus sueños. Si yo viviera allá, votaría seguramente por él no porque represente cambios sustanciales para mi vida, sino porque es un insulto para la inteligencia tener como presidente a Manuel Rosales II, vale decir, a Jhon Machain.


Pero vistas las cosas desde aquí, y a lo mejor doy muestras de una imperdonable falta de conocimiento en lo que a política internacional concierne, lo cual es cierto, vistas las cosas desde aquí, a mí me da lo mismo que gane el uno o el otro. ¿Debería regocijarme porque Obama es el único hombre de “color” que pudiera ser presidente de un país grotesca y criminalmente racista? Sí. Sí ese hombre fuera Martin Luther King, desde luego que sí. Pero el problema es que para mí Obama es blanco, blanquísimo, tan blanco como su oponente, tan blanco como Blanca Nieves. Es, por desgracia para los que lo ven con ojos de esperanza, un blanco comprometido con la burguesía blanca y con la burguesía afrodescendiente y judía de su país. Barack Obama es un blanco con facturas pendientes que debe pagar más temprano que tarde.



¿Debería festejar las fulanas ideas socialistas que reposan cual agua clara en el cerebro de Obama? Sí, si entre esas ideas estuviera la atención de los problemas más graves de la poblacion afroamericana de su país, sí; si pudiera ayudar a los países africanos en su infinita pobreza, sí.Si él decidiera eliminar las bases militares en Africa, desde luego que sí. Sí, pudiera sacar de suelo africano las grandes compañías que producen indiscriminadamente una gran contaminación ambiental, claro que sí. Estas son ideas socialistas que cualquier ser humano de la tierra aplaudiría.
Celebraría pues, todas las ideas socialistas del señor Barack Omaba, con bombos y platillos, por no decir cohetes. Pero ese es el detalle. No las hay. Porque en mi mente tercermundista existe una idea romántica, vaga y platónica, según la cual todo sistema socialista parte del precepto de que NO EXISTEN ni ricos ni pobres. Y en el sueño americano de este señor, ricos y pobres conviven de la manera más hermosa de la tierra, lo que representa para mí la idea más cínica del Capitalismo.
Así que si yo fuera ciudadana estadounidense y mi voz pudiera escucharse, le diría al pueblo: tranquilo que aquí no habrá socialismo,you know? ¡Zape gato!La cosa no está tan fuñía, o dicho de una segunda forma: la sangre no llegará al río. Lo peor que nos puede pasar es que hagan una versión de Superman donde el protagonista sea Denzel Washington, en cuyo caso la película se llamaría Afrosuperman, o que a Mel Gibson se le ocurra hacer otra horrible versión de “La pasión de Cristo” donde Halle Berry haga de la Virgen María, Morgan Freeman de Poncio Pilatos y Jesús de Nazareth sea nada más y nada menos que Will Smith.


De resto, ni nos asustemos. Las cosas seguirán de lo más normalitas.


Y Obama hará en las noches lo que suelen hacer todos lo presidentes estadounidenses: tratar de conquistar el mundo.

4 comentarios:

More dijo...

Por lo menos es más joven. Y al lado de su contendor luce inmenso en todo sentido.
Abrazos, Bea.

Cecilia de la Vega dijo...

Obama es tan negro como Pinky Y Cerebro...
Todo esto me suena a guión Hollywoodense y hace años que me resisto a ver películas que provengan de la meca.
Socialista my ass!!

Saludos desde el país más austral del tercer mundo.

More dijo...

Abrazos Cecilia. Buen punto.

Wilhemina Queen dijo...

Me hiciste acordar a Pinky y Cerebro, una caricatura...
en fin... nada cambiará, y si acaso algo cambiara, sería un cambio tab pequeño,,,,


besos