martes, 30 de diciembre de 2008

La franja de Gaza


Pensaba escribir, ahora que termina este año, sobre uno de esos fenómenos musicales que marcaron época y que recordamos los venezolanos con afecto, como es el caso de Víctor Piñero. Esto porque ayer escuché en la radio una canción capaz de arrastrar tantos recuerdos y subirle a uno el volumen de la felicidad tan difícil en estos tiempos. Pero lo dejaré para después, porque no me deja tranquila este sentimiento de derrota con el que amanezco; esta desilusión que me exprime y me hace sentir más idiota de lo habitual.

Cuando era adolescente solía leer a Oriana Falacci, y no es que uno se vuelva feminista, o será que en el fondo lo soy más de lo que desearía, pero la verdad que el hombre ha vuelto este mundo una porquería. La verdad verdadera es que en nombre de tantas… no sé qué palabra utilizar que suene decente y que mi propio machismo no me diga “epa, esas no son palabras de una dama” , pero el asunto es que en nombre de esas MMG (algún día sabrán que significa) los hombres se construyeron su mundo. Y ojalá fuera sólo eso. Se lo construyeron, se lo vendieron, se despacharon, se nombraron dueños de esto y aquello, se despacharon y se dieron el vuelto y da como asco la vaina. No puedo imaginar una sociedad matriarcal pero prometo buscar los viejos textos y los apuntes de Marín Graterol, mi profesor de Teoría de la Historia, a fin de retomar el tema. No sé cómo sería una sociedad en que las mujeres hubiéramos diseñado el mundo. Me temo que jamás veré cosa semejante, pero un ejercicio de imaginación siempre es bueno porque siempre termina uno concluyendo que posiblemente no hubiera habido tantas guerras.
Resulta que desde el 2200 antes de Cristo, por la misma puta razón llamada de formas distintas, los hombres, los varones, los machos, los que tienen un pene guindando entre sus piernas, están definiendo la vida de los demás a punta de guerras. Por los territorios, por las riquezas de esos territorios, porque amanecí hoy erectísimo, por el PODER, por el honor, por lo que sea, entonces vamos a caernos a coñazos, que la vida para qué. La historia de la Humanidad es la triste historia de las guerras, de las invasiones, de las masacres. Podría decirse que esto ha sido una eterna guerra, que ha tenido escasas épocas de treguas.
Egipcios, fenicios, romanos, hunos, griegos se estaban matando hasta por lo menos 250 años después de Cristo.
En la Edad Media no hubo diferencia: desde el año 400 d.c. están los hombres invadiendo, matando, bañando en sangre la historia. Hasta bien avanzado el siglo catorce, este fue el panorama: Carlo Magno, los Vikingos, las Cruzadas, los mongoles, los turcos..
¿Y qué decir de la tal Edad moderna?
Las guerras del Imperio Español, la guerra entre Portugal y España (1475-1479), la conquista de México, la aniquilación del Imperio Inca; la guerra en Francia entre cristianos y calvinistas; la guerra que duró 30 años en Europa. La guerra de independencia de los Estados Unidos y la guerra Turca-rusa; las guerras que se libraron en nuestros territorios durante el siglo XIX para liberarnos de la masacre de la colonización… La Revolución rusa, la guerra de los Valcanes, las guerras en China, la de Japón, Vietnam, las dos guerras mundiales. Hitler, Musolini, Franco, la India, Iran, Irak, Ruanda, África, Chechenia, Iran-Irak-Estados Unidos del Norte.
El saldo tan interesante, tan refrescante, tan de whisky en piscina y caviar francés, es según Cagliani, un insigne historiador argentino, el siguiente:

En los últimos 5.000 años de historia, la humanidad sólo estuvo 900 años en paz. (NOVECIENTOS de 5.000) y durante esos 900 los hombres se PREPARABAN para el conflicto siguiente. Más de 8.000 tratados de paz se han firmado en el transcurso de los últimos 35 siglos.(lo cual prueba que el papel lo aguanta todo)
Desde 1945 hasta finales del siglo XX se disputaron 140 guerras (¿a razón de cuántas guerras por año? con 13.000.000, de muertos." TRECE MILLONES, TRECE
.
Desde el año 1.000 d.c. hasta el 2.000 se calcula que las guerras han causado unos 148 millones de víctimas, casi las 2/3 partes durante las contiendas habidas en el siglo XX. Hasta la primera mitad de este siglo, se estima que 9 de cada 10 víctimas eran soldados; en la segunda mitad esta proporción varía hasta que, a finales del siglo XX, 9 de cada 10 víctimas en los conflictos armados son civiles” ¿Qué tal? ¿Para qué necesitamos pestes, epidemias o enfermedades contagiosas? ¿Hay necesidad de un anti-cristo?

Y ahora, en la época en que se descubre el genoma humano, en que ya es posible la clonación, en que ir a la luna debe ser como ir un momentito a Singapur, todavía estamos en las mismas: asesinan cobardemente a inocentes en la Franja de Gaza, tan románticamente como hace dos mil años, en nombre de quién sabe qué y aunque se sepa qué interesa. Cientos de personas, civiles, niños, gente que debería estar celebrando lo que sea que se celebre en esa época allá, o en todo caso gente que debería estar viviendo, en lugar de eso, muere en medio del horror de otra guerra inútil, estúpida y sin sentido.
Los hombres se divierten haciendo la guerra ante la mirada perpleja del mundo y sin que los demás países se asombren y en el asombro, intervengan a cuenta de que ya fue suficiente, a cuenta de que hay que rendirse ante las evidencias y concluir que no hemos hecho sino embarrarl, y lo poco bueno que hemos creado, nosotros, los hombres, los machos, los que tenemos un pene guindando entre las piernas, muchas veces sustituto del cerebro, eso bueno que pudimos haber creado alguna vez, se opaca, se vuelve tristeza y vergüenza, ante semejante demostración de estupidez. ¿De qué le sirve a esas criaturas inocentes muertas los nuevos descubrimientos de la ciencia y la alta tecnología? ¿Qué mérito tiene haber llegado a la Luna que no sea la complacencia de un ego idiota?

Sueño con el día en que se levanten esos muertos y jodan a los culpables. O que las evangélicas que me tocan la puerta tengan razón cuando dicen que el Señor viene. Ojalá no sólo venga sino que venga arrecho, de un arrecho que dónde me escondo yo que le robé un lápiz al portugués de la bodega, de un arrecho que qué digo separar las aguas del mar.
Ojalá haya una epidemia de “rareza” y a todos los que se dicen hombres, especialmente los que se regodean en el poder y a cuenta de eso deciden los destinos del mundo, ojalá se vuelvan maricos y sobre la faz de la tierra no quede un solo macho criollo y vernáculo. Porque a mí, a la hora de la vida, en el trance en que busco los seres humanos, macho criollo y vernáculo, masculino, no me sirve.
Porque, carajo, yo no puedo felicitarlos por este mundo de absurdos, yo no puedo entender el sufrimiento de esos niños, ni pueblo, ni tierra cubierta de sangre, ni gente que termina aceptando la muerte porque no es ella la que desconcierta, sino la propia vida.
Agarren su mundo de soldados y cañones, de barcos destructores, de misiles, de metrallas, de pistolas y de bolsas de valores; agarren sus presidencias inútiles, sus empresas de carros, sus industrias que encadenan, humillan y contaminan, sus dioses, sus iglesias, sus mezquindades y se lo meten por ahí…por ahí, por los oídos.
¿Esto es progreso, avance de la especie? ¿Es todo esto lo mejor que han hecho después de dominar el fuego?
El domingo cuando regresaba de viaje, que veía los árboles, el monte que crece sin riego, el cielo límpido, pensaba en lo generosa que ha sido la Naturaleza. Me decía que la fuerza, o quien haya sido, que había creado este planeta lo había hecho hermoso y generoso. Extendí ese pensamiento a lo que puedo imaginar del Universo y dije con pena: la inteligencia humana es algo sumamente inútil, me atrevería a pensar que una ilusión óptica del ego. El mundo podría seguir existiendo perfectamente sin nosotros. Limpia y perfectamente.
¿Cuál será entonces la razón para este desvarío? ¿Cuál será, si es que lo hay, el sentido de la vida humana? ¿Joder? Joder.

4 comentarios:

3rn3st0 dijo...

¡Y tu crees que el género es el culpable? Que básica te has puesto More Hermosa. Que básica y que simple. ¿Es que acaso sólo los hombres nos hemos caído a coñazos? ¿Es que acaso las mujeres (quienes siempre influyen en los hombres) no forman parte del problema?

El punto no es de género, eso sería demasiado sencillo. El punto es sobre el egoísmo, busca esa palabra deletréala, gózala y veras que no es un problema de genitales sino de lo que deseamos para nosotros mismos sin importar quienes están a nuestro lado.

NOTA: mañana te llamo, avísame a que hora con un mensaje, eso si, después de las 13 horas.

More dijo...

No serías hombre, si no reaccionaras así, tan simple y tan básico y tan macho. No, no es un problema de género, es un problema humano, pero es que ustedes han tenido la responsabilidad de llevar las riendas del mundo y cuál es el saldo? Dime tú, cuál es el saldo?
Y sí, cuando digo "ustedes" incluyo exactamente al género.

More dijo...

Sí, querida, tienes razón este es un manicomio redondo... y date cuenta que lo hemos estado formando no desde ahorita sino desde hace miles de años...Y bueno yo jaás pensé que la Tacher era una mujer sino otro hombre más, al parecer esa vieja batalla de los géneros estriba en que la mujer quiere parecerse al hombre.
Feliz año para ti también, que tu salud se reestablezca definitivamente y que nos veamos pronto, que este año no sea tan negro como lo pintan... que no se puede con tanto, amiga, no se puede.
Abrazos y mi cariño.

CESAR ESTRADA dijo...

Espero algún dia se rompa con el problema de género, porque son las mujeres quienes en muchos casos estigmatizan y asignan roles a los niños y niñas.

La guerra=PODER. Desasociego y hambre exacerbado de poder. y un medio para conseguirlo.