ROSALES MIEMBRO HONORARIO DE LA RAE

(Agencia AFW)
El Comité de estudios internacionales de la Lengua Española y la Real Academia Española, con el consentimiento del excelentísimo Rey Juan Carlos y la Reina Sofía, tienen a bien comunicarle a la Asociación de escritores venezolanos y al gobierno que dignamente preside el Teniente Coronel Hugo Chávez Frías que, por decisión unánime de este honorable comité y los ilustres ya mencionados, el ciudadano doctor Manuel Rosales, a partir de la presente data, es nombrado Miembro Honorario de la Real Academia Española, especificamente de la sección que revisa el surgimiento de nuevas palabras en español así como su utilización en particulares contextos comunicacionales, léase Comité Metaligüístico para el Estudio de las Nuevas Acepciones de la Lengua Española en Contextos Diversos(CMENALECD).
Tal decisión fue tomada, repetimos por unanimidad, por considerar que el intelectual venezolano, y citamos “confirió a nuestro idioma una nueva alternativa de uso en el campo de la política, proveyendo al glosario de términos politológicos, expresiones de una calidad y de un matiz lingüístico tan brillante que qué pena contigo Fernando Lázaro Carreter”.
Los aportes por los cuales este ahora ciudadano universal se hizo merecedor de tan alta distinción son muchos, sin embargo la ilustrísima Real Academia Española, puntualizó los siguientes, extraídos de una misiva que el Doctor Rosales dirigiera al pueblo venezolano en fecha 14 de los corrientes:






“Aquí se persiguen a miles de venezolanos que están en las cárceles y en el exilio”
“Hugo Chávez, sin atenuantes de ningún tipo, nos ha conducido al establecimiento de un régimen totalitario y autocrático que, sin duda, ha cerrado todos los espacios democráticos”
“...Mientras esto ocurre, Chávez, se esconde. Se fue de viaje para “desvincularse” de algunos de estos episodios”
“Chávez no quiere opositores, quiere que el sistema de privilegios y cogollos revolucionarios sea hegemónico; conducido por un HEGEMÓN indiscutido”

Nota: según las fuentes, la lectura en voz alta de este último texto de Rosales, provocó que los asistentes se erizaran y se les bajara la tensión de pura emoción.