domingo, 31 de mayo de 2009

NO AL CIERRE DE GLOBOVISIÓN









Siempre comulgué con la idea de que el Gobierno hace años debió cerrar Globovisión aunque fuera por un ratico. Me parece que es una aspiración válida de quienes queremos que las leyes se apliquen dado que nadie ha querido borrarlas y redactar unas nuevas, basadas tal vez y ahora que el socialismo nos embarga, en el simplísimo pero rebelde sistema jurídico de los caquetíos.
Razones legales para sancionar Globovisión hay de sobra pero el gobierno no ha querido. Prefiere criticarlos, prefiere que el común de la gente, incluyendo la Oposición, intuya e interprete en la NO legalidad, un gesto de tolerancia y de humanismo. Habrá que buscar otras vías para que se interpreten estos gestos del gobierno porque al parecer estas no están dando resultados: aquí la Oposición en pleno lo que ha percibido e interpretado es que el Estado no tiene competencias para defenderse a sí mismo por la vía legal. Y eso es grave. Muy grave.





Motivaciones para sancionar Globovisión hay hasta para vender al mayor y no necesitamos ahondar más en ello: falta de ética, manipulación de la información, incitación al magnicidio, al racismo, y participación con premeditación y alevosía en un golpe de Estado, por no mencionar esa zozobra que me embarga cuando veo que ya no encuentran que hacer con el pelo y las extrañas orejas de Juan Eleazar Figallo: unas veces pienso que pertenece a la Asociación Internacional de hombres que parecen mujeres y otras, juraría que optó por ser EMO.





Como decía, razones y motivos hay y más graves que el hecho de que Alberto F. Ravell haya amanecido con el meteorólogo a millón y haya anunciado al país que hubo un “sismo” y a correr se ha dicho.



Pero, he cambiado de opinión, y no porque haya renunciado a la legalidad como idea asociada a la abstracción de la Justicia, o porque piense como el camarada que esa “cloaca” hay que dejarla abierta para saber en qué andan esos vándalos, entre otras cosas porque no hace falta más tiempo para saber en qué andan: ya sabemos que hasta que no acaben con Chávez, con el chavismo y con todo lo que huela a él; hasta que no vuelvan a tener el poder, ellos andarán en lo mismo: jodiendo y planificando guarimbas, golpes de estado y marchas de diez, utilizando la mejor y más poderosa arma que tienen: los medios de comunicación.
No, no fue por esto que cambié de parecer.
Globovisión debe permanecer abierta por otras razones si se quiere más elementales:
En primer lugar para no crear la sensación de debilitamiento de la Democracia.
Los dueños de Globovisión están locos porque lo cierren con el único propósito de demostrar que Chávez es un desgraciado dictador y ellos unas pobres víctimas.
Así funciona: cierran un “medio” y los demás lo victimizan. ¿No pasó eso con RCTV?



En segundo lugar, porque Globovisión es escuela, universidad y post grado de lo que NO debe hacerse en el trajinado terreno de la comunicación. Es increíble ver como, en este sentido, cada día superan sus y nuestras propias expectativas.



Y en tercer lugar, pero lo más importante, porque como los intelectuales anti chavistas made in Venezuela no existen ni para remedio y tampoco hay dónde mandarlos a hacer, nuestra situación política, en ese sentido, entra en los terrenos de la Hermenéutica, esto es del ajá, ¿y ahora quién le hace Oposición, aunque sea mediocre y malsana, al Gobierno? ¿Quién?




De cerrar Globovisión, y en virtud de que dentro del chavismo nadie es capaz de una queja, de un “ay” aunque sea entre dientes, quién le preguntará a Chávez que cómo es eso de tanta afabilidad y tanto “quiero ser tu amigo” con Obama; quién lo increpará con el “¿cómo así que después de insultar a Uribe, representante oficial del fascismo más podrido que ha dado este Hemisferio en las últimas décadas, tradúzcase Bush, y después de hartos “donde te vea te saco la madre”, usted aprovecha cualquier Cumbre para abrazar en hermandad al colombiano y dejar boquiabierta no sólo a los pendejos sino al pobre Rafael Correa, que más incondicional con usted no ha podido ser?



En dos platos, Presidente, quién le dirá, aunque usted no lo escuche, que al enemigo ni agua, ¡ni agua!; quién le pedirá que se defina: o es chicha o es limonada, porque las dos no pueden ser. O sea, señor Presidente, ¿quién se dejará de sonrisitas y adulaciones y cuando haga falta, le arrugará la cara así sea a la horrenda manera de Beatriz Adrián? Porque ya sabemos que sus empleados, sin excepción, son una parranda de idiotas, incapaces de un “¡objection!” Ya eso también lo sabemos de sobra.




Que nosotros nos sequemos de tanto vomitar viendo “Tres para las nueve” no importa; que nos dé pena ajena ver a Lila Morillo en entrevista exclusiva con Nitu, qué más da. Uno, o apaga o se cala la vaina en cuyo caso se busca su bolsita plástica y le ve el lado bueno al asunto: con eso adelgazo. Y con respecto a Lila, pues no nos queda de otra que acudir a la Biblia para buscar las señales del final de los tiempos, que debe ser lo único que puede arrojar luces sobre semejante absurdo, porque en qué cabeza cabe que Lila puede disertar sobre Chávez o explicar a Chávez… ¡Ayúdame Dios mío!, si Lila no puede ni explicarse a sí misma. Contimás.





Chávez necesita una Oposición. No es sano para ninguna Democracia que todos le digan que sí al gobierno y Globovisión, como voz y medio de la Oposición lamentablemente es necesaria, y lo será hasta que llegue el día en que de entre las filas del propio chavismo se genere la reflexión y la crítica esa que mientan constructiva; hasta el día en que desde el seno del chavismo emerjan las reformas y las propuestas y el aquí están, señor presidente que mire, fíjese, a lo mejor a usted no le parece pero estas son nuestras opiniones y las propuestas que queremos desarrollar. Nunca como ahora ha sido tan necesaria y de trascendental importancia la autocrítica. Nunca como ahora, porque es la única manera de crecer fortalecidos y terminar de enderezar el camino y enfrentar como un gigante muro blindado el vendaval que viene por ahí con más fuerza para arremeter: la ultraderecha, la criolla y la extranjera.





5 comentarios:

Corbu dijo...

Pero la autocrítica existe (actualmente), de hecho, históricamente muchas veces es creada por el poder para dar muestras de amplitud. La cuestión es que, en primer lugar, la autocrítica es limitada en alcance y, en segundo, debe autolimitarse para no quedar (auto)excluídos. Por lo cual, se vuelve inefectiva, y todos contentos.

Ipnauj dijo...

Allende no cerró El Mercurio.

Un gran saludo.

More dijo...

Ipnauj:

Fíjate no lo cerró. Exceso de confianza tal vez? Inexperiencia? El Mercurio era menos directo que Globovisión, era menos visible su papel como golpista? Quién sabe?
Lo cierto es que ese diario participó en el golpe de estado a Allende; lo cierto es que fue ualiado de la CIA y que es corespondable del asesinato de Allende.
Usteedes los chilenos juzgarán.
Saludos.

Corbu, a mi no me lo parece. La verdad.
Saludos.

Corbu dijo...

Allende no cerró El Mercurio porque no tenía a todos los poderes en su puño. Recordemos que no hizo ninguna constituyente originaria con la cual refundar todo el Estado chileno; tuvo que minarlo por otras vías, pero no le dio tiempo.

More, ¿no te parece que "todos contentos" o que sí existe autocrítica?

More dijo...

Corbu:
En 3 años que duró su presidencia pasaron muchas cosas en Chile. No sé, creo que lo mucho que pasó allá tiene que ver con una expresión de Fidel Castro que más o menos decía que las revoluciones se hacen a trancazos, que había demasiado pacifismo. Y sí, llegó un momento de esos tres años en que Allende comenzó a quedarse solo, solo frente a esa bandada de criminales.
En fin...
Lo que no creo es que dentro delgobierno haya mucha autocrítica, a eso me refería. Hay una tendencia a aplaudir, a repetir todo lo que dice Chávez.No necesitamos ejemplos de eso, no?
Algunas veces él mismo ha aceptado sus propios errores, a su manera, públicamente.Sin embargo, insisto en que quienes lo rodean en el gobierno pues son incapaces de debatir. Yo entiendo el apoyo, pero todo amén?
Me refería a eso.
Saludos.