sábado, 4 de julio de 2009

¡AHORA SÍ SE SUBIÓ LA GATA A LA BATEA!

Dios mío, ten piedad de nosotros:
Que la OEA no nos presente cargos.
Que no nos terminen expulsando de ese organismo.
Que a ningún empleado de tan honorable Institución se le extravíe su almuerzo.
Que todo el que entre y salga de allí lo haga con sus órganos intactos. (qué horror que nos acusen de antropófagos)
Que ningún restaurant de la zona nos salga en unos días con una deuda más grande que la de Globovisión y después tengamos que salir en campaña a recoger fondos para cancelarla.
Dios mío, concédenos el milagro de que Ledezma recapacite, mira que no queremos más sacrificios innecesarios: con privarnos del placer de oír a Rosales es más que suficiente.
Ayúdanos en esta hora aciaga, porque nuestros corazones no podrán soportar otra escena como la que acabamos de ver:
¡¡Allup fue a visitar a Ledezma!! Fue a darle ánimos: si pudo Ghandi y Evo Morales, ¿por qué él no? Fue a manifestarle su solidaridad y la de todo el partido Acción Democrática, fue a decirle que la llama de la antorcha, de puro orgullo, flamea con mayor fulgor, y que hasta el cadáver de nuestro querido Rómulo Betancourt lo habían encontrado boca abajo esta mañana en señal, ¡cómo dudarlo!, de reconocimiento a su gesto democrático
¡¡Dios omnipotente, haz que Chávez le devuelva sus funciones!!